Hipomagnesemia

La ingesta diaria recomendada es de 420mg/día en hombres y 320mg/día en mujeres siendo las fuentes principales los cereales, frutos secos y algunas verduras.

El 65-70% del magnesio corporal se encuentra en los huesos contribuyendo a su correcta mineralización; el resto en los músculos y otros tejidos blandos.

La deficiencia de magnesio; hipomagnesemia, es un trastorno electrolítico frecuente e infradiagnosticado. Los niveles plasmáticos pueden mantenerse dentro de límites “normales” en situación de deficiencia hasta que los niveles bajan demasiado y la sintomatología se vuelve potencialmente grave.

El exceso de pérdida renal suele ser un gran indicador de hipomagnesemia el cual se mide a través de la magnesuria y fracción excretada del magnesio.

La hipomagnesemia, puede provocar alteraciones electrolíticas como hipopotasemia, hipocalcemia e hipernatremia, náuseas, vómitos, somnolencia, debilidad, cambios de personalidad, trastornos metabólicos (resistencia a la insulina y la hormona (PTH) y alteración del metabolismo de la Vit. D), calambres musculares y temblores. Si es grave, puede causar convulsiones y arritmias.

Según la cantidad en que se encuentren en el organismo distinguimos:

– El descenso de la ingesta dietética, malnutrición, déficit de vitamina D, nutrición parenteral no suplementada correctamente.
– La disminución de la absorción intestinal por enfermedades intestinales, vómitos o fístulas y el uso continuado de fármacos que comprometan su absorción.

-El aumento de las pérdidas renales se debe fundamentalmente a: problemas de hiperparatiroidismo y uso de fármacos que limiten la reabsorción del magnesio a nivel renal, tubulopatías genéticas o síndrome de redistribución.

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