Dermatología Oncológica

Síndrome Mano Pie

El síndrome de mano-pie (SMP) o eritrodisestesia palmo-plantar es una reacción cutánea que aparece en las palmas de las manos o en las plantas de los pies, como resultado de determinados agentes quimioterapéuticos.

Este SMP se caracteriza por una sensación de hormigueo inicial en las plantas de las manos y los pies, seguido de hinchazón, enrojecimiento, descamación y dolor de la piel con posible aparición de úlceras y ampollas llegando a interferir en las actividades cotidianas de quien lo padece.

Entre las medidas higiénico-sanitarias para prevenir y tratar el SMP se encuentran:

  • Evitar el uso de ropa y calzado ajustado
  • Evitar realizar actividades que conlleven frotar o ejercer presión en las palmas de las manos y los pies
  • El frio puede proporcionar alivio temporal para el dolor y la sensibilidad
  • Aplicar suavemente una crema emoliente específica para el cuidado de la piel dañada, evitando lociones que contengan perfumes, alcohol o glicerina
  • Evitar la exposición solar y protegerse con factor solar 

Radiodermitis

La radiodermitis es el conjunto de lesiones cutáneas que aparecen tras la exposición de la piel a radiaciones ionizantes de alta energía, bien con fines terapéuticos como la Radioterapia o de forma accidental.

Las quemaduras agudas por radioterapia comienzan inmediatamente después de la exposición a la radiación, aunque sus manifestaciones clínicas pueden aparecer pasadas unas semanas o incluso meses.

Al principio, la zona tratada se pone eritematosa (roja), posteriormente puede aparecer xerosis cutánea (sequedad), hiperpigmentación (piel oscura), descamación y en ocasiones el daño puede ser más profundo produciendo úlceras y ampollas.
La radiodermitis se clasifica según la gravedad en grados que van de 1 (leve) a 4 (más grave).

Las recomendaciones de cuidados de la piel durante la radioterapia incluyen entre otros:

– Usar ropa ventilada y holgada

– Evitar el calor o el frío extremo

– Proteger la zona tratada de la exposición solar

– Evitar el uso de productos que puedan provocar irritaciones de la piel (colonias, aceites, lociones…)

– Higiene diaria con agua tibia, jabón pH neutro

– Mantener bien hidratada la piel de la zona con productos tópicos específicos que hidraten, calmen y cicatricen la piel para mejorar la sintomatología y favorecer la regeneración de la dermis.

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