DESNUTRICIÓN – Paciente Diabético
Según el estudio PREDYCES (proyecto que evalúa la prevalencia y costes de la desnutrición hospitalaria en España) la presencia de diabetes se asocia a un riesgo mayor al 40% de presentar desnutrición. En el subgrupo de pacientes diabéticos hospitalizados mayores de 65 años el 39,1% se encuentra en riesgo nutricional y un 21,2% desnutrido.
La educación nutricional en el paciente diabético o con riesgo de padecerla adquiere gran trascendencia en tanto que forma parte de la estrategia terapéutica y/o preventiva no sólo de la Diabetes Mellitus (DM) en sí misma, sino de los frecuentes factores de riesgo asociados, así como de las complicaciones clásicamente asociadas a la DM.
En el tratamiento integral de la DM, la nutrición es un pilar fundamental en tanto que una buena estrategia nutricional contribuye enormemente a la prevención y mejoría del curso clínico de la enfermedad, a la prevención primaria y secundaria de los factores de riesgo cardiovascular y de las complicaciones crónicas asociadas a la DM y a mejorar la calidad de vida.
El modelo nutricional al que aproximarnos se podría resumir en los siguientes puntos:
• Los hidratos de carbono son el pilar fundamental, a consumir en forma de legumbres, cereales y frutas. De forma similar, se recomienda un consumo frecuente de verduras. Los frutos secos forman asimismo parte de esta dieta, si bien su consumo, dado el valor calórico, debe ser moderado.
• En lo que respecta a las proteínas se preconiza un consumo moderado de productos cárnicos, siendo preferible el consumo pescado, incluyendo el pescado azul, y las de aves. Se recomienda un consumo moderado de lácteos, sobre todo quesos y yogurt.
• Como fuente de grasa fundamental se prefiere el aceite de oliva.
En el ámbito hospitalario, la presencia de desnutrición es bastante importante, al igual que la presencia de diabetes o de alteraciones del estado glucémico. Asimismo, en el ámbito ambulatorio, a menudo se dan situaciones en las que coexiste la necesidad de emplear nutrición enteral en pacientes con hiperglucemia, que muchas veces es difícil de controlar.
Cuando esta medida no es suficiente, se debe pasar al suplementar la dieta con productos de nutrición enteral. Son ricos en proteínas y energía, con una composición muy saludable. Su consistencia líquida hace que los ancianos con problemas de masticación que no pueden ingerir alimentos sólidos en cantidad adecuada consigan alcanzar sus requerimientos nutricionales.
En muchas ocasiones, adicionalmente el paciente puede presentar disfagia a líquidos que suele pasar desapercibida por parte del cuidador.