La cognición se entiende como la facultad para incorporar nuevos conocimientos, procesar la información y tomar decisiones.
Intervienen funciones como la percepción, la atención, la memoria, el pensamiento, el procesamiento del lenguaje y el aprendizaje; todos ellos procesos de suma importancia.
La falta de concentración es un trastorno en la capacidad de atención que impide realizar las tareas más cotidianas. Está muy unido a problemas de memoria, por lo que no solo resulta difícil intentar recordar sino también retener la información del momento. En casos graves, tal deterioro de la memoria puede interferir con las actividades de la vida diaria.
La pérdida de memoria puede ser transitoria; presentarse por un corto tiempo, o puede no desaparecer y ser permanente, dependiendo de la causa, puede empeorar con el tiempo.
Hay diversos factores que pueden conducir a pérdidas de memoria involuntarias, tanto en jóvenes como en personas mayores.
• Por deterioro cognitivo leve: es un trastorno que cursa con pérdida de memoria, pero no impide a la persona que lo sufre realizar sus actividades diarias.
• Por demencia: Es uno de los problemas más importantes que afectan a las personas mayores, aunque no es una consecuencia normal del envejecimiento. Consiste en la aparición, generalmente crónica, de problemas cognitivos, tales como problemas de la memoria, del habla, del comportamiento, etc. Existen diferentes tipos pero la más común es la Enfermedad de Alzheimer.
Existen pruebas para determinar el grado de deterioro de la memoria y diagnosticar la causa.